El adiós a Lincoyán Echiburú: Voluntario Honorario que formó bomberos y cambió paradigmas

El CBS lo despidió el martes 16 de septiembre, en el Cementerio General.

En un atardecer primaveral el Cuerpo de Bomberos de Santiago (CBS) se dio cita para despedir los restos mortales del Miembro Honorario de la Institución y Voluntario Honorario de la 4ª Compañía “Pompe France”, Lincoyán Echiburú Lorca, quien entregó 50 años de servicios a la comunidad y que fue definido como un hombre que transmitía conocimientos, establecía hitos, cambiaba paradigmas,
Así lo atestiguó la presencia Oficiales Generales, liderados por el Superintendente (S), Álvaro Lara Alba; el Comandante, Giorgio Tromben Marcone; y Miembros del Directorio Institucional, Oficiales de Compañías, su familia y amigos.
Los primeros conceptos que para los presentes dibujaron la imagen del bombero que partió los entregó el Director de la 14th The British and Commonwealth Fire and Rescue Company “J.A.S. Jackson”, Andrés Márquez Colodro, abrió su alocución fúnebre con una frase llena de significado: “Hoy, el Cuerpo de Bomberos de Santiago se congrega con profundo respeto y emoción, para despedir a un hombre que honró la noble causa del voluntario y la docencia. Un hombre cuya vida entera fue sinónimo de servicio, entrega y enseñanza: nuestro querido Lincoyán Echiburú”.
Agregó el Director de la 14ª Compañía que “su legado, va más allá de las estadísticas. Lo que distingue a Lincoyán, es que nunca entendió el ser voluntario como un acto individual, sino como una herencia que debía transmitirse. Fue un formador de bomberos, un guía de generaciones. Y gracias a él, hoy nuestra Institución, cuenta con hombres y mujeres que aprendieron no sólo técnicas y disciplina, sino valores de honor, fraternidad y servicio”.
Pidió recordar a don Lincoyán como un “maestro de generaciones”, porque “dedicó su vida a enseñar, guiar y formar a los jóvenes que llegaban con ilusión y ganas de servir”. Agregó que “formar a un bombero es mucho más que enseñar: es transmitir alma, memoria y espíritu. Y Lincoyán lo hizo con paciencia infinita, con cariño y con la certeza de que el verdadero legado no está en los años que uno sirve, sino en las vidas que inspira, en los corazones que toca y en los hombres y mujeres que logra convertir en bomberos íntegros y valientes”.
Tuvo palabras para un adiós con trascendencia: “Querido Lincoyán, tu vida es ya parte de la historia del Cuerpo. Tu enseñanza permanecerá en cada bombero que forme parte de esta gran Institución. Tu memoria vivirá en cada ceremonia, en cada llamado, en cada guardia nocturna”.

Más que cargos…

Más sobre la impronta del “cuartino” entregó el Director de la “Pompe France”, Alonso Segeur Lara, quien después de destacar los cargos desempeñados en la Compañía relevó la vertiente formadora: “En la Comandancia se desempeñó como Ayudante de Comandancia, Inspector de Comandancia en Servicios Administrativos durante 9 años y fue Instructor del Curso Técnico, además de integrar el Consejo Docente Institucional creado por el Comandante Mario Ilabaca. En estas últimas funciones destacó por realizar variados cursos técnicos tanto para el Cuerpo de Bomberos de Santiago como para otros Cuerpos de la Región Metropolitana. Integró distintas comisiones de la Compañía y de la Institución, generó guías, cartillas y procedimientos operacionales, así como manuales de instrucción técnica”.
Sin embargo, también puso en valor otro aspecto del empeño bomberil: “Cabe destacar su permanencia ininterrumpida en la Guardia Nocturna desde su ingreso a la Compañía el año 1974 hasta el año 1994, cuando la dejó luego de 20 años, lo que marcó un hito en la Compañía. Ocupó el Cuadro de Honor de la Compañía durante 9 años por su asistencia a los Actos del Servicio y obtuvo la medalla de asistencia en varios períodos”.
Recordó el Director que don Lincoyán junto con ser galardonado por el servicio, también promovió cambios: “Por su trayectoria Bomberil recibió todos los premios de constancia de la Compañía, siendo el último de estos el Chevalier de Feu por 40 años de servicio el año 2002. También se le confirió el 17 enero 2024 el premio por 50 años de servicio institucional y la calidad de Miembro Honorario de la Institución, premio que recibió por parte de su hijo Ignacio en el Teatro Municipal, el 20 de diciembre de 2024, a solicitud de él mismo. Esta solicitud realizada por él al Superintendente, Pablo Cortés de Solminihac, permitió que ese año todos los Premios de 50 años de la Institución fueran entregados por familiares directos en la Ceremonia de Distribución de Premios… porque una de las mayores cualidades de Lincoyán era que cambiaba los paradigmas bomberiles en todos los ámbitos”.
Agregó que el Miembro Honorario “fue el Viejo Pascuero oficial de la Compañía durante más de 30 años y muchos de los cuartinos que hoy forman para despedirlo recibieron los regalos por parte de ‘Linco’ en Navidad, al igual que nuestra Brigada Juvenil”.

Pilar del Canje

A su vez, el Director de la 5ª Compañía “Pompe France”, del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, Andrés Ibaceta Poblete, destacó dos aspectos esenciales de don Lincoyán, como es ser un pilar del Canje y guardar y difundir su experiencia.
“Este tipo de relación, como el Canje, se fortalece y se mantiene en el tiempo gracias a bomberos como Lincoyán, que se preocupan de entregar enseñanzas generación tras generación, que demuestran con hechos los mejores ejemplos de responsabilidad y compañerismo, valores fundamentales en las relaciones humanas. Lincoyán fue un bombero que fortaleció, a través de ejemplos concretos, los valores de las Pompe France de Santiago y Valparaíso”.
Respecto del segundo aspecto, destacó que “como bomberos debemos exprimir los recuerdos de las cualidades de los bomberos que parten para que esas cualidades las copiemos y las hagamos acción en nuestras compañías… y Lincoyán nos dio una base de cualidades enorme, que, a pesar de su partida, con un efecto doloroso, su impacto es sumamente positivo porque su ejemplo nos permite mejorar nuestras Compañías”.
Finalmente, las palabras de adiós correspondieron a su hijo Ignacio, quien, emocionado, recordó al padre y al voluntario, como un hombre que supo conjugar dos aspectos esenciales: ser jefe de familia y bombero.