El adiós del Cuerpo de Bomberos de Santiago al Director Honorario José Matute Mora (Q.E.P.D.)

La ceremonia fúnebre congregó a Voluntarios y Voluntarias de la capital así como de Valparaíso y Rancagua, familia e invitados.

Con un desfile y formación, frente al Cementerio General, el Cuerpo de Bomberos de Santiago (CBS) tributó el último adiós al Director Honorario, Miembro Honorario de la Institución y Voluntario Honorario de la Décima Compañía “Bomba España”, José Matute Mora (Q.E.P.D.).
Esa tarde gris y ventosa del 24 de septiembre no sólo el CBS lo despidió con acciones, palabras y gestos cargados de emoción, sino que también otras instituciones en las que el ex Comandante dejó su huella.
La Plaza La Gloria también congregó la familia del recordado Bombero, con su viuda, hijas, nietos y nietas, que se hicieron presentes en la actividad solemne  que selló su partida.
La ceremonia se inició con la entrada de las 22 Compañías de la Institución al entorno circular de la plaza, encabezadas por el Superintendente, Marco Antonio Cumsille Eltit, junto a Oficiales Generales, Directores Honorarios de la Institución y el presidente de la Junta Nacional de Bomberos (JNB), Juan Carlos Field junto con Oficiales Generales y de Compañías de los Cuerpos de Bomberos de Valparaíso y Rancagua.
Después, la carroza del CBS portando el féretro ingresó a la plaza, movida por la fuerza de seis Bomberos de la Décima, seguidos del estandarte de la Compañía, los uniformes del fallecido que portaban en sus manos un Bombero de la Décima de Santiago y otro de la Primera de Rancagua, antecediendo a la familia del ex Comandante.
Tras ello, las Compañías del CBS y delegaciones de los Cuerpos de Bomberos de Rancagua y Valparaíso, al mando del Comandante Diego Velásquez Medrano, rindieron honores al Superintendente y solicitaron autorización, dándose por iniciada la ceremonia.
Con las Compañías formadas en la calle Profesor Zañartu, mirando hacia Plaza La Gloria, se iniciaron las alocuciones para recordar a la persona y al Bombero, partiendo por el Superintendente, Marco Antonio Cumsille Eltit.
Siete voces para una semblanza 
• “Esta vez, lamentablemente, tenemos que decir adiós a José Antonio Matute Mora, Voluntario de la Décima Compañía, Miembro Honorario del Cuerpo y Director Honorario de la Institución y Voluntario de la 1ª Compañía del Cuerpo de Bomberos de Rancagua, con premio calificado de 60 años de servicio, aunque en rigor son 64 años que les entregó a los bomberos, no sólo en Santiago sino en todo Chile”.
• “Decir que su gestión marcó una época puede parecer cliché, pero no es una opinión especulativa sino una afirmación que se sustenta en los hechos que hoy están a simple vista”.
• “Por ejemplo, en todo Chile los vehículos bomberiles llevan el número 132 en sus carrocerías. Eso comenzó en Santiago y fue una de las iniciativas de José Matute”. 
• “A ello se puede agregar los distintivos de las camionetas de comandancia, la incorporación de un vehículo de comando para las operaciones y, entre otras muchas cosas, el haber roto muchos paradigmas al incorporar al servicio cascos de color rojo para distinguir a los oficiales de mando de las compañías”.
• “Voluntarias y Voluntarios, tomad conciencia de este acto que el Cuerpo reserva como homenaje a sus grandes y desfilad con aplomo y gallardía para rendir un último adiós a nuestro José Matute Mora, que desde hoy descansa en paz”. Marco Antonio Cumsille Eltit, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
• “Siendo Comandante del Cuerpo no había persona en Santiago que no lo conociera y también era conocido en lugares remotos de nuestro país”. 
• “Fue todo lo que podría haber sido un bombero, fue todo lo que podría haber sido un décimo: un término medio entre medalla conmemorativa y una tarjeta postal”.
• “Su vida bomberil escapa a los cánones de nuestra época. Un hombre contradictorio, lleno de calma y de pasión, la mezcla perfecta entre la pared y el ojo del huracán”. 
• “Fue rechazado apasionadamente, como también fue querido con la misma vehemencia. Sin embargo, no hay quien no reconozca su extraordinaria prestancia bomberil”.
• “No se puede despedir a este gran bombero sin el temor en caer en un texto extenso que posteriormente se transforme en un texto de lectura lleno de adjetivos calificativos y adverbios. No quiero hacerlo, sólo deseo plantear mi gran admiración y lo lejano que se encuentra de mis capacidades”.
• “Pepe Matute Mora, gran amigo, admirado amigo, sin enseñarnos, aprendimos de ti a no potenciar el llanto, el llorido ni las quejas, siempre pensando en el silencio”. Antonio Arévalo Sepúlveda, Director de la Décima Compañía “Bomba España”.
• “Él fue un hombre de carácter afable correcto en su vida y, sobre todo en su relación con Bomberos y Bomberas, se ganó el respeto de todos. En su Cuerpo de Bomberos llegó a integrar el Honorable Directorio General y en su Compañía, la querida Décima, entregó todo su amor por el servicio bomberil, recibiendo de ellas alto honores. Un hermoso cuadro con su imagen enaltece el Salón de Honor de su querida Décima. Además, recibió el título de Director Honorario de la Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Rancagua”.
• “Esta dimensión de su excelencia bomberil la mantuvo con su reconocida modestia plena de rectitud y de respeto hacia los demás. Mientras estuvo en la Junta Nacional se ganó el aprecio sincero y respeto de sus iguales y de los funcionarios que veían en él una persona sencilla con quien se podía conversar y compartir”. Juan Carlos Field Bravo, Presidente Nacional de la Junta Nacional de Bomberos. 
• “Muchos recuerdan su rol al mando del Cuerpo de Bomberos de Santiago en su función de Comandante: hombre determinado, claro y vehemente, capaz de tener una visión que dominaba en esa época. Y allí estaba a la cabeza del mando operativo, al arriesgar la vida para salvar a quienes el infortunio golpeaba”.
• “Hoy, nos reunimos en torno a su féretro y al lado de sus familiares, amigos y compañeros de ideales. Como Bomberos sufrimos y lloramos la partida de uno de los nuestros”. Raúl Montecinos Reveco, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Rancagua. 
• “No puede olvidarse su legado para las generaciones actuales o futuras, donde el baluarte se sostiene en las normas éticas de la disciplina, del respeto, la búsqueda constante del desarrollo, lo que siempre José Matute demostró desde el sitial que ocupó”.
• “Ese y tantos otros recuerdos serán una impronta siempre permanente como sello imborrable del paso de nuestro cofrade por las vidas de cada uno de nosotros, que tuvimos la enorme y valiosa oportunidad de correr juntos con la Bomba Española, de compartir con él esta vocación de servicio, la vocación del Bombero Voluntario”.
• “A nombre de la Séptima Compañía ‘Bomba España’ de Valparaíso, como su Director, entrego a su distinguida familia el consuelo fraterno; a la Décima ‘Bomba España’, un filial abrazo; al Cuerpo de Bomberos de Santiago, a su Directorio General, nuestras respetuosas condolencias. Sea para José Matute Mora el descanso en la paz, en un horizonte teñido de rojo y guarda, en la eternidad viva de nuestro recuerdo”. Manuel Peña Álvarez, Director de la Séptima Compañía «Bomba España» de Valparaíso, Compañía de Canje.
• “Se dice que ante Dios todos somos iguales, también se dice que por sus obras los conoceréis. Y en virtud de esta última expresión los que conocimos a José Matute Mora sí que sabemos de sus obras, de sus virtudes, de su entrega y pasión bomberil. Lo demostró en su muy querida Décima, también en la Primera de Rancagua y en la Junta Nacional”.
• “Creo yo que en él se inspiraron para denominarnos caballeros del fuego. Siempre dignificó su ‘Bomba España’ e hizo efectiva la expresión de su himno ‘Décima en el Cuerpo y primera en el deber’”.
• “Los primerinos de la ‘Bomba O’Higgins’ estamos acongojados, pero tranquilos; nos quedamos con su recuerdo y su ejemplo, con su condición y entrega de gran bombero”.
• “Voluntario José Matute Mora, para nosotros eterno Comandante, donde quiera estés que sea en la más completa paz”. Jaime Espinoza Espinoza, Director de la Primera Compañía “Bomba O’Higgins” del Cuerpo de Bomberos de Rancagua.
• “Se va después de haber vivido una vida larga, llena de cariño y experiencias. Tuvo una familia con raíces en distintas raíces y culturas”.
• “Tuvo una vocación, ser bombero y supo ser el mejor en lo suyo. Para nosotros la vida fue con una cotona y un casco en la maletera del auto, una radio de bombero siempre prendida y una K buscándolo a las horas más insólitas con el fiel don Reynaldo”.
• “Mi hermana mayor recordaba cuando la llevó a un incendio la primera vez y la dejó en el carro esperando. Estuvo en el de Uriarte y Garmendia, tal vez el más grande al que acudió; en el de Catedral y Maipú se libró de la muerte cuando le cayó encima aquella cornisa, una prueba más de que su momento era ahora, porque siempre se había cuestionado por qué se había librado de él y no su compañero. También le tocó estar en uno de los peores incendios de la Región Metropolitana en lo que al servicio en industrias químicas se refiere, el mítico incendio en Mathiesen Molypac. Y en otra oportunidad defendiendo los deberes y derechos bomberiles en aquel incendio en pleno centro frente a la insólita medida de un policía marcó un ante y un después en el posicionamiento público de los Bomberos Voluntarios de Chile. Y la noche de su muerte, como manda la tradición, también hubo un incendio, esta vez en Estación Central”.
• “A veces pasó malos momentos con los bomberos, pero amaba a su Institución, su Décima y su Cuerpo. Y las muestras de cariño en el último tiempo en nuestra casa, le recordaron que su Institución, su Cuerpo y su Décima junto a las bombas hermanas también lo querían a él”. Isabel Matute Willemsen, su hija en representación de la familia.
La emergencia como epílogo
Tras la orden del Comandante de permanecer firmes y rendir honores, se hizo un toque de silencio por un integrante de la Banda Instrumental del CBS, seguido de un desfile en honor al Director Honorario, Miembro Honorario de la Institución, José Matute Mora, en cuya memoria se tributaron los honores del Directorio y los estandartes de las Compañía de la Institución.
El Directorio ingresa al atrio del Cementerio General para rendir el último homenaje al fallecido mientras la carroza del CBS ingresa al camposanto seguida de la familia y Bomberos de la Décima Compañía.
Y en ese postrer adiós, apenas rendidos los honores al estandarte institucional para el retiro de la ceremonia, sobrevino una Alarma de Incendio en un edificio del centro de Santiago, que al mando del Comandante Velásquez, se llevó presurosos a los bomberos congregados para cumplir con el servicio a la comunidad.